Otro día más nos despertamos con ganas de seguir disfrutando de esta aventura. Tras el día light de ayer, hoy tocaba reponer fuerzas para lo que iba a ser uno de los días más largos e intensos de la semana.

El destino de hoy era uno de los más deseados y esperados por todos. Sintra es un lugar apasionante y solo queríamos que la meteorología nos acompañara. Y ASÍ HA SIDO, un día espléndido y con un sol de justicia. Hemos podido subir y visitar el Palacio do Pena, recorriendo todos los rincones románticos y coloridos que este ofrecía. La exhuberante vegetación, su emplazamiento privilegiado y los alrededores del Palacio han sido lo que más nos ha gustado. Después, hemos pasado al vecino castillo Dos Mouros (de los moros) y disfrutado de unas vistas privilegiadas desde sus atalayas. A continuación hemos bajado por una senda preciosa hasta Sintra, donde hemos comido con ligereza pues teniamos que visitar la Quinta da Regaleira, auntentica joya, con sus laberínticos jardines románticos, lleno de rincones sorprendendes, cascadas, grutas, y, el pozo iniciático, donde nos hemos sumergido, introduciéndonos en las entrañas de la tierra para volver a renacer a la luz por un estanque con cascada (no sin algún sobresalto y remojón). Para finalizar, hemos hecho una visita a Lisboa con el atardecer, subiéndo por el elevador de Gloria hasta el mirador de San Pedro de Alcántar, donde hemos disfrutado de una puesta de sol maravillosa sobre Lisboa. Hemos recorrido el Barrio Alto para después descender hacia el barrio del Chiado y ver ya de noche Lisboa dese lo alto del mirador de Santa Justa. Finalmente, exhaustos y agotados hemos vuelto al hotel para cenar y ver remontar al Barcelona (no sin cierta indignación por la ayuda arbitral)…Y ahora nos vamos a echar un buen mus con Miguel Ángel para olvidar…

Mañana será seguro otro gran día y esperemos que al menos sea tan intenso y rico como el de hoy. Nos esperan más rincones lisboetas y una tarde de playa para aliviar los calores.