Hacía casi dos días que no veíamos a todo el grupo de españoles, por la mañana nos dirigimos hacia el colegio donde nos encontramos, después de abrazos y saludos. Tuvimos un encuentro con el director del colegio junto con un aperitivo que fue interrumpido por un simulacro de incendios, al que no estábamos muy acostumbrados.

 

 

 

 

 

Más tarde, cogimos el bus, para hacer turismo por el centro de Burdeos.Después de visitar varias monumentos impresionantes, nos abrieron (gracias a los contactos de Cecilia y a una abuelita encantadora) la Iglesia de Notredame sólo para nosotros, aunque no pudimos visitarla entera porque la abuelita nos dijo, como decimos en España:“No me pises lo fregao”.

Antes de dirigirnos a la última parada del día, paramos a probar los Canelés y los Macarons, típicos de Francia. (No son para tanto, preferimos las torrijas).

De camino a “La Cité du Vin”, nos encontramos con unos Vascos un poco antipáticos, con razón, porque nos colamos en su foto de grupo.

Una vez en “La Cité du Vin”, después dejar nuestros objetos peligrosos (incluida la navaja de campo de Jacobo) y una breve pero urgente parada al baño, visitamos el museo, donde nos dieron cascos para hacer actividades.

Subimos a la azotea donde se veía todo Burdeos y nos dieron un  zumo de Ciruela y a los profesores, un vino.

Por último volvimos al colegio y cada uno se fue con su Francés. CLAUDIA OLIVA Y LAURA ISASI.

 

 

 

 

El lunes recorrimos el Burdeos del s. XVIII periodo de esplendor económico. Durante el recorrido visitamos lugares como: la catedral de Notre Dame de Burdeos, el centro de la ciudad, y nos acercamos a “La Garonne” , río que atraviesa la ciudad; más tarde visitamos la ciudad del vino, un museo dedicado única y exclusivamente a la bebida; en el vimos una panorámica de la ciudad. Alejandro Delgado