El pasado viernes 20 de mayo celebramos el acto de graduación de la XXIII promoción de Bachillerato. Un acto muy emotivo en el que las familias volvieron a participar en el acto después de la pandemia. Azucena de la Cruz, directora general del centro, cerró el acto con estas palabras dirigidas a toda la comunidad educativa:

Buenas tardes a todos,

Para finalizar este acto de graduación, me gustaría dirigiros unas breves palabras en un día que recordaréis siempre y que quedará grabado en vuestra memoria y en vuestro corazón, al igual que otros tantos recuerdos que tendréis del colegio.

Se han dicho muchas cosas en los discursos y en la eucaristía, y me gustaría quedarme con unas cuantas palabras y algunas frases que se han repetido en las intervenciones que hemos tenido hasta ahora, y si se repiten, por algo será.

Hemos escuchado palabras como acogida, amistad, equipo, paciencia, esfuerzo, ánimo, perdón, familia, gracias… y frase tales como formarnos como personas y ser medicina para el mundo.

Estas palabras y frases recogen de una manera muy sencilla lo que hemos intentado conseguir desde el primer instante en que pusisteis vuestros pies en el colegio.

Cuando las familias vienen a conocer el colegio porque quieren que sus hijos estudien aquí, les enseñamos cómo trabajamos en el centro y en qué se basa el modelo educativo marianista. La visita la comenzamos en los arcos de la puerta de Doctor Esquerdo, el lugar donde os hemos convocado hoy, ahí aparecen recogidos los cinco pilares de la pedagogía marianista:

Intentamos ofrecer una educación integral y de calidad: procuramos que la formación que damos sea buena, y que vosotros respondáis con vuestro esfuerzo, trabajo, para ello damos lo mejor de cada uno e intentamos hacerlo con mucha paciencia para prepararos a desempeñar vuestro trabajo de la mejor manera posible allá dónde estéis.

El siguiente pilar es una educación con adaptación al cambio, y sois conscientes de que hemos aprendido a trabajar con ordenadores, en equipo, por proyectos, porque es el tipo de trabajo que nos demanda la sociedad.

El tercer pilar es la educación en la justicia, la solidaridad y la paz, lo habéis vivido en el Proyecto Ayuda, en las múltiples campañas (la última la recogida de material para Ucrania, en el Grupo del Hambre, en el Magníficat, queremos que nuestros alumnos sean medicina para el mundo.

El cuarto pilar, la educación en la fe, somos marianistas, y hemos intentado educar a la luz del evangelio, con mucho amor y pidiendo perdón cuando nos hemos equivocado.

Por último, el espíritu de familia, ese espíritu que ha aparecido tantas veces hoy, y que está presente en nuestro día a día, somos familia, familia que acoge, que quiere, que acompaña desde el cariño y también desde la sinceridad.

Todas estas palabras que he recogido, os han ido acompañando en vuestra formación, mientras habéis crecido como personas.

Y para finalizar me gustaría pediros una cosa: “Vayáis donde vayáis, no importa el lugar, no importa el tiempo, por favor, sed siempre luz”, y mostrar lo que el padre Chaminade nos enseñó, “lo esencial está en el interior” y que vuestro interior es santanero y que estáis aquí para hacer de este mundo un lugar mejor.

Enhorabuena a todos, a los alumnos porque con esfuerzo, constancia, sacrificio, habéis llegado hasta aquí.

Enhorabuena a las familias por los hijos que tenéis y por habernos hecho fácil la tarea de educar.

Enhorabuena a los profesores, al personal de administración y servicios, a los monitores deportivos y a los catequistas, porque entre todos habéis conseguido que hoy se gradúe la XXIII promoción de Santa Ana y San Rafael.